Reacciones del mundo político a la supuesta intención de Álvaro Leyva de destituir al presidente Petro
La revelación de un posible plan para derrocar al presidente Gustavo Petro ha generado un fuerte rechazo en el ámbito político colombiano.
El País de América ha hecho una revelación impactante al informar que el excanciller Álvaro Leyva habría viajado a Estados Unidos con el objetivo de reunirse con asesores cercanos al expresidente Donald Trump. Este encuentro, según el medio, tendría como propósito impulsar la salida del presidente Gustavo Petro y facilitar el ascenso de la vicepresidenta Francia Márquez al poder. La gravedad de estas acusaciones se ve aumentada por el hecho de que, según reportes, las intenciones de Leyva han quedado registradas en grabaciones de audio.
La noticia ha provocado una ola de reacciones en el ámbito político, tanto en Colombia como en el extranjero, donde diversos actores han expresado su rechazo contundente a las presuntas intenciones del exfuncionario. La situación ha puesto de manifiesto la tensión política existente en el país y ha generado un debate sobre la estabilidad de las instituciones democráticas.
Reacciones del mundo político a la presunta intención de Álvaro Leyva para “tumbar” al presidente Petro
El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, ha salido en defensa del presidente Gustavo Petro, manifestando su preocupación ante la situación. En sus declaraciones, Montealegre ha afirmado:
“El que está fraguando Álvaro Leyva es una afrenta a la democracia. ¿Quién es el gran titiritero detrás de la marioneta?”Estas palabras subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de proteger las instituciones democráticas en Colombia.
Gustavo Bolívar, precandidato presidencial y exdirector de Prosperidad Social, también ha expresado su apoyo “incondicional” al presidente Petro. Bolívar ha calificado el intento de organizar un golpe de Estado como un hecho
“ruin, desleal y delictivo”. En un llamado a la unidad, invitó a todos los partidos políticos a
“rechazar esta intentona porque no es contra una persona, es contra la institución presidencial”. Esta postura resalta la importancia de la defensa de la democracia y la institucionalidad en el país.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, ha señalado que es grave que el exfuncionario aparezca en esos audios, indicando que estos hechos representan
“delitos contra la democracia y constituyen una traición a la patria”. Según Sanguino, estas revelaciones han desnudado
“la poca condición humana de Leyva”, lo que añade un nivel de indignación a las declaraciones de los funcionarios públicos.
La ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, también se ha pronunciado al respecto, indicando que los actos de Álvaro Leyva no solo han atentado contra el presidente Gustavo Petro, sino también contra la institucionalidad del país. Rojas expresó:
“A veces no entiendo de dónde saca tantas fuerzas el presidente Petro para resistir tanto. Este episodio tan grave revela una vez más su entereza frente a la adversidad y la injusticia de los ataques que ha recibido”. Este comentario resalta la resiliencia del presidente ante la crisis política actual.
En un tono similar, la ministra de Vivienda, Helga María Rivas, rechazó el comportamiento del exfuncionario, afirmando que este intento de golpe de Estado no solo es un ataque contra Petro, sino contra toda Colombia. Su declaración pone en evidencia la preocupación de los líderes políticos sobre el impacto que este tipo de acciones puede tener en la estabilidad del país.
Alfredo Saade, jefe de Gabinete, no se quedó atrás y calificó a Álvaro Leyva como un
“traidor de la patria y como tal debe ser juzgado y todo aquel que con él haya hablado de darle un golpe al presidente Gustavo Petro”. Este tipo de acusaciones refuerzan la idea de que la política colombiana se encuentra en un momento crítico, donde la lealtad a las instituciones y al sistema democrático se pone a prueba.
La controversia generada por estas revelaciones y las reacciones de los líderes políticos subrayan la fragilidad de la democracia en el país y la necesidad de una vigilancia constante para proteger las instituciones y el orden constitucional. A medida que avanza esta situación, el futuro político de Colombia se mantiene incierto.

Publicar un comentario