Aida Merlano expresa su arrepentimiento en audiencia por fuga de presos

Entre lágrimas y sollozos, Aida Merlano se presentó ante la juez 18 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá para discutir el preacuerdo relacionado con su fuga de la prisión. En esta audiencia, la exsenadora podría enfrentarse a una condena de 42 meses, lo que equivale a 3 años y 5 meses de prisión.

El 1 de octubre de 2019, Merlano se hizo famosa por su fuga cinematográfica. En un audaz escape, se lanzó desde un consultorio odontológico ubicado en el norte de Bogotá, utilizando una soga para descender. Al caer al primer piso, un hombre disfrazado de domiciliario la esperaba para llevarla en una motocicleta hacia un destino desconocido. Este evento capturó la atención del país y desató una serie de investigaciones sobre las circunstancias que permitieron su escape.

Desahogo en la audiencia

Desde una guarnición militar en Malambo, Atlántico, Aida Merlano se desahogó ante la juez, expresando su sufrimiento durante los años que ha estado privada de libertad. En su testimonio, mencionó:

“Tengo aproximadamente tres años de estar en este lugar, siete años de estar privada de la libertad y tres años que pasé en condiciones deplorables de privación de la libertad, donde estuve sometida a cosas terribles”.

Estas palabras reflejan el dolor y la angustia que ha vivido desde su detención, lo que contrasta con la imagen de una política que alguna vez ocupó un cargo importante en el país.

Reflexiones sobre su vida y sus errores

Merlano continuó su relato, mostrando una faceta más introspectiva.

“Quizás ahora mismo yo tampoco quiero salir de donde estoy porque me siento tranquila, he podido darme cuenta de los errores que tenía, no como política, sino y creo que he ganado mucho”

, afirmó. Su declaración sugiere que, a pesar de las adversidades, ha encontrado un espacio de reflexión personal que le ha permitido evaluar sus decisiones pasadas.

La exsenadora también hizo un llamado a la comprensión y empatía hacia su situación, pidiendo que se detuvieran las “sevicias” que ha enfrentado en su caso. Enfatizó que, aunque ha sido objeto de críticas y juicios, solo ella conoce las razones que la llevaron a tomar la drástica decisión de fugarse.

“No me señalen, ni me califiquen, porque solamente yo sé las razones que me llevaron a fugarme”,

expresó con evidente emoción.

Arrepentimiento y futuro incierto

En un momento de sinceridad, Aida Merlano admitió su arrepentimiento:

“Yo estoy muy arrepentida, me arrepiento de haber cometido los delitos que me llevaron a estar privada de la libertad por primera vez”

. Estas palabras marcan un punto crucial en su historia, ya que reconoce las consecuencias de sus acciones y el impacto que han tenido en su vida y en la de su familia.

El proceso judicial que enfrenta no solo involucra su fuga, sino también otros delitos que han sido objeto de investigación. La audiencia del 5 de diciembre será decisiva, ya que la juez deberá determinar si aprueba o no el preacuerdo que Merlano ha suscrito con la Fiscalía. Este preacuerdo es un paso importante en su proceso legal, pero también representa un momento de tensión e incertidumbre sobre su futuro.

En septiembre de 2024, Aida Merlano había reconocido haber cometido el delito de fuga de presos, lo que añade una capa más a su ya complicada situación legal. Este reconocimiento se produjo en medio de las negociaciones del preacuerdo, lo cual podría influir en la decisión final de la juez.