Las mejores carimañolas de Manrique: un viaje gastronómico con doña Telma
Descubre la historia de doña Telma, una emprendedora del Chocó que ha llevado el sabor de su tierra a Manrique con su restaurante Chocó con Amor.
La historia de doña Telma en Manrique
En el vibrante barrio de Manrique, ubicado en la comuna 3 de Medellín, reside doña Telma, una mujer emprendedora que ha logrado fusionar su herencia cultural con su pasión por la cocina. Originaria del Chocó, ha encontrado en este rincón de la ciudad la oportunidad perfecta para compartir su legado culinario a través de su restaurante Chocó con Amor, que se sitúa dentro del macro mural titulado Constelaciones.
Una emprendedora apasionada por la cocina
La historia de doña Telma es un claro ejemplo de cómo la dedicación y el amor por lo que se hace pueden transformar vidas. En sus propias palabras, ella expresa:
“Yo quería ser emprendedora, porque me gusta mucho cocinar para vender. En mi casa soy perezosa para cocinar, pero para vender, me encanta”. Esta pasión por la cocina la ha llevado a crear un espacio donde los sabores del Chocó se encuentran con la calidez de Manrique.
Los sabores de Chocó con Amor
Entre los platillos más destacados que ofrece su restaurante, las carimañolas crujientes y los patacones perfectamente dorados han conquistado el paladar de los visitantes. Estas delicias no solo son un reflejo de la cocina tradicional, sino que también representan un punto de encuentro para quienes buscan una experiencia gastronómica auténtica en la ruta de Manrique.
El proceso detrás de las carimañolas
Doña Telma comparte su técnica para preparar las carimañolas, un platillo que requiere atención y dedicación. Ella explica:
“Las carimañolas, yo cocino la yuca, no se puede cocinar del todo. A punta de rallador, después me pego a amasar hasta que dé la consistencia que yo quiero y ahora sí ya me coloco en la tarea de armarlas para echarlas a fritar”. Este proceso meticuloso es lo que hace que cada bocado sea especial y lleno de sabor.
Un punto de encuentro en la comunidad
El restaurante de doña Telma no es solo un lugar para disfrutar de la comida; se ha convertido en un punto de encuentro de historias y sabores. Aquí, los comensales pueden disfrutar no solo de las mejores carimañolas de la comuna 3, sino también de un ambiente acogedor donde cada plato cuenta una historia. Doña Telma invita a todos a vivir esta experiencia:
“Es la comida cocinada con mucho amor, entonces deben de venir a probarla, y si no quieren comida, la carimañola, que la vengan a probar, porque la verdad es el producto que con más amor hago”.
Impulsando el desarrollo comunitario
Gracias a su esfuerzo y dedicación, doña Telma ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de su comunidad. Ella es parte activa de iniciativas como la ruta del Escarabajo Azul, un proyecto que busca incentivar el turismo local en la comuna 3. Esta ruta no solo promueve la gastronomía, sino que también resalta la cultura y el arte que caracterizan a Manrique.
Un legado que trasciende generaciones
La labor de doña Telma en Manrique es un claro ejemplo de cómo la tradición culinaria puede ser un motor de cambio y desarrollo. Al abrir su restaurante, ha creado un espacio donde no solo se disfrutan sabores auténticos, sino que también se fomenta un sentido de comunidad y pertenencia. La historia de su vida y su pasión por la cocina son un testimonio del poder de la gastronomía para unir a las personas y celebrar la diversidad cultural.

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