Bienestar

En Medellín se cocinan tamales y sancochos al calor de los hogares sostenibles

Entre las empinadas calles de la zona nororiental, donde las faldas se trepan con la misma determinación de sus habitantes, en el corazón del barrio Popular 1, que pert...

En Medellín se cocinan tamales y sancochos al calor de los hogares sostenibles

Entre las empinadas calles de la zona nororiental, donde las faldas se trepan con la misma determinación de sus habitantes, en el corazón del barrio Popular 1, que pertenece a la comuna que lleva su mismo nombre, se esconde la casa de Fabián de Jesús Vásquez Zapata, un refugio que se escapa del paisaje de cemento, rodeado de vistas que quitan el aliento y donde se respira aire de campo. Su historia es un testimonio de cómo las buenas prácticas ambientales pueden transformar vidas y contribuir al fortalecimiento de la cultura ambiental.

Desde hace cuatro décadas, un frondoso árbol de guayaba da la bienvenida, ofreciendo sombra y frutos dulces a quienes habitan su hogar o vienen de visita; entre sus ramas se mecen abundantes cuernos, y se han anidado especies de aves como bichofués (Pitangus sulphuratus), azulejos (Thraupis episcopus), entre otras aves que habitan esta ciudad primaveral.

La dulzura de su hogar va más allá de la fruta que reparte a los vecinos en cada cosecha y de la natilla de guayaba que prepara en navidad. Fabián comparte techo con su madre, doña Luz Edilma, ambos tienen bajo su cuidado a Guillermina y su hijo Fabián de Jesús, dos personas mayores y con discapacidad de su familia; y sus animales de compañía: Susi, una perrita criolla de pelaje dorado; Gali, un gato que ronronea a los pies de cada visitante y Tiago y Florecita, dos mininos tímidos que difícilmente se dejan ver. En su casa, cada rincón abraza el cuidado como principio fundamental de la vida.

Al calor de las buenas prácticas ambientales

Imagen hogares sostenibles (9)

La historia de Fabián y su familia cambió después de recibir una estufa eficiente, (se le llama así porque está diseñada para generar más calor con menos material) como incentivo de la estrategia Hogares Sostenibles de la Secretaría de Medio Ambiente que se nutre con recursos del Programa Planeación del Desarrollo Local y Presupuesto Participativo.

La entrega de estufas eficientes, sistemas de recolección de aguas lluvias, paneles solares, ecohuertas y composteras sirve como estímulo para que más familias se comprometan adquiriendo buenas prácticas ambientales y Medellín vibre con la cultura ambiental.

Antes poníamos dos bloques y llenábamos esto de leña, pero el humo se esparcía por todos lados. Hoy en día, la estufa tiene una chimenea y el humo se dispersa sin que nos ahogue”, cuenta Fabián con una sonrisa que ilumina su rostro. “La diferencia es notable: “Ahora nos cuidamos la salud y el humo que sale del fogón no nos ahoga”, añade. Con menos leña, emisiones y humo, se obtiene una mejora de la calidad del aire, beneficio que también impacta a las familias más cercanas.

Cada uno de estos hogares, de la mano de un proceso formativo y de acompañamiento, recibe estímulos de acuerdo a las principales necesidades y condiciones físicas de las viviendas. “Nos han enseñado a reciclar, a separar los residuos sólidos que salen de la casa, a no cortar la madera de los árboles y cuidar el agua”.

Leña que enciende la cultura ambiental

La llama que se enciende en su hogar, trasciende los rincones de su casa. Fabián es un gestor comunitario comprometido con la educación ambiental, pone al servicio de la comunidad el beneficio que recibió.  Su estufa es comunitaria y en ella se preparan tamales que venden para el sustento de varias familias, incluyendo la suya. Además, la pone al servicio de sus vecinos, con quienes se reúne alrededor del fuego y cocinan juntos sancochos con sabor a barrio.

 

«No me imaginaba que este fogón nos iba a transformar la vida nuestra en el hogar, sino también a nivel de vecindad, de integración y económico porque los tamales nos sirven a nosotros y a los vecinos que también se ayudan económicamente a través del fogón», agrega.

Lejos de talar árboles, la leña que alimenta esta estufa comunitaria proviene de las casas aledañas, de muebles viejos o dañados, encontrando una segunda oportunidad para arder y darle vida a los alimentos. Su historia propaga la llama de la solidaridad, con su ejemplo enseña cómo pequeños actos pueden marcar la diferencia.

Hogares más sostenibles

La historia de Fabián, es una entre tantas que se tejen en los territorios de Medellín, gracias a la estrategia Hogares Sostenibles 553 familias de las comunas Popular, Santa Cruz, Manrique, Doce de Octubre, Buenos Aires, San Sebastián de Palmitas y Altavista recibirán incentivos para fortalecer la cultura ambiental a través de actos cotidianos de consumo consciente, ahorro y uso eficiente de energía y agua.

Imagen hogares sostenibles (2)

Así, al calor de una estufa eficiente, en medio de la ladera que respira aire de campo, Fabián de Jesús no sólo cocina tamales y sancochos; cocina sueños, teje comunidad y siembra esperanza.

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