CIDH alerta sobre expulsiones sin debido proceso y llama a proteger a migrantes en América
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos advierte sobre el aumento de deportaciones y expulsiones en la región, instando a los Estados a garantizar la protección de los derechos humanos de migrantes y refugiados.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido una alerta sobre el alarmante incremento de retornos forzosos, deportaciones y expulsiones que se están llevando a cabo en América. Este fenómeno se está realizando sin el debido proceso legal y está teniendo consecuencias graves en los derechos humanos de personas migrantes y refugiadas. Ante esta situación, la CIDH ha instado a los Estados a implementar medidas que aseguren una protección integral para estos grupos vulnerables.
Aumento significativo de salidas involuntarias
De acuerdo con la CIDH, en los últimos meses se ha observado un aumento significativo de salidas involuntarias de migrantes. En muchos de estos casos, las personas afectadas no reciben la información adecuada, asistencia legal, ni interpretación, lo que les impide impugnar efectivamente las decisiones que afectan su situación. Este contexto es preocupante, ya que las personas migrantes se encuentran en una situación de vulnerabilidad y, en muchos casos, son víctimas de violaciones a sus derechos fundamentales.
Denuncias de detenciones y desapariciones
Además de las expulsiones, la CIDH ha documentado numerosas denuncias relacionadas con detenciones migratorias indiscriminadas. Estas detenciones no solo son arbitrarias, sino que también se han reportado casos de incomunicación y desapariciones forzadas de corta duración. Estas prácticas son inaceptables y contravienen los principios de respeto a la dignidad humana y a los derechos de todas las personas, independientemente de su estatus migratorio.
Acuerdos bilaterales y sus implicaciones
La Comisión también ha manifestado su preocupación por los acuerdos bilaterales que se están estableciendo entre países de la región. Estos acuerdos permiten deportaciones de nacionales de terceros países sin evaluaciones individuales ni garantías mínimas para asegurar el respeto de los derechos humanos. Esta situación genera vacíos legales que pueden ser explotados, dejando a las personas migrantes en una posición aún más vulnerable y desprotegida.
Obligaciones internacionales y soberanía estatal
Aunque la CIDH reconoce que los Estados tienen la soberanía para definir sus políticas migratorias, también enfatiza que estas políticas deben respetar las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. En este sentido, la Comisión recordó el principio de no devolución, que prohíbe enviar a una persona a un lugar donde su vida o libertad corran peligro. Este principio es fundamental para proteger a aquellos que huyen de situaciones de riesgo y buscan refugio en otros países.
La situación de los niños y adolescentes migrantes
Otro aspecto que la CIDH ha destacado es que la situación migratoria irregular no debe ser considerada un delito ni justificar la privación de libertad. En particular, se hace un llamado a priorizar medidas alternativas a la detención, especialmente en el caso de niños, niñas y adolescentes. Estos grupos son particularmente vulnerables y requieren un enfoque que garantice su bienestar y desarrollo, en lugar de ser sometidos a condiciones que puedan perjudicar su salud física y mental.
Compromiso de los Estados
La CIDH ha instado a los Estados a adoptar un compromiso firme con la protección de los derechos humanos de migrantes y refugiados. Esto implica no solo la implementación de políticas migratorias que respeten los derechos fundamentales, sino también la creación de un marco legal que garantice la asistencia y protección de las personas que se encuentran en situación de movilidad. La protección de los derechos humanos debe ser una prioridad en la agenda de los gobiernos de la región.

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