ANLA inicia evaluación de la ampliación de la Autopista Norte en Bogotá
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales retoma el análisis de la solicitud ambiental para el Proyecto Accesos Norte Fase II, con el objetivo de mejorar la infraestructura vial en la ciudad.
Inicio de la evaluación por parte de la ANLA
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) ha dado un paso significativo al anunciar el inicio formal de la evaluación de la solicitud ambiental presentada por la concesionaria “Ruta Bogotá Norte”. Este proceso se centra en el Proyecto Accesos Norte Fase II, que tiene como objetivo primordial mejorar, rehabilitar, construir, operar y mantener ambas calzadas de la Autopista Norte, en un tramo que va desde las calles 191 hasta 245, abarcando aproximadamente 5.8 kilómetros por cada calzada dentro de la capital colombiana.
Detalles del proceso de evaluación
Según el comunicado oficial emitido por la ANLA, se expidió el Auto 294 el 24 de enero, el cual establece un plazo de 90 días hábiles para que la entidad tome una decisión definitiva sobre la solicitud. Sin embargo, la ANLA ha aclarado que este plazo podría ser suspendido ante posibles órdenes judiciales o cualquier otro requerimiento que pudiera surgir durante el proceso de evaluación.
“La ANLA actuará dentro del marco legal que rige el licenciamiento ambiental, con respeto por los derechos ambientales y fundamentales, bajo criterios de sostenibilidad y atendiendo al cambio climático”, señala la autoridad ambiental en su pronunciamiento.
Historial del proyecto de ampliación
Es importante mencionar que el proyecto de ampliación de la Autopista Norte había sido archivado en enero de 2024 mediante el Auto 004. Esta decisión fue posteriormente ratificada en el Auto 2996 emitido en mayo del mismo año. La razón principal detrás de esta suspensión fue la falta de un estudio detallado sobre conectividad hidráulica y ecosistémica, así como la insuficiencia de información presentada en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
En el contexto de la evaluación anterior, la ANLA solicitó conceptos técnicos a varias entidades, entre ellas la Secretaría Distrital de Planeación. Esta entidad expresó que “los perfiles viales presentados no cumplen con las tipologías urbanísticas establecidas en el actual y anterior Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá”. Además, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y el Fideicomiso Lagos de Torca manifestaron inquietudes sobre el manejo del espacio público, la infraestructura vial y los posibles riesgos de inundación que podrían derivarse de las obras propuestas.
Advertencias sobre la infraestructura del proyecto
Por su parte, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá realizó advertencias sobre los sistemas constructivos del proyecto, indicando que estos no cumplían con los requerimientos necesarios para la protección de la red matriz Tibitoc–Casablanca. En particular, se destacó que las distancias mínimas requeridas en las obras propuestas no se mantenían, lo que podría comprometer la integridad de la infraestructura existente.
Conectividad ecológica e hidráulica
Un aspecto crucial en el análisis del proyecto es la necesidad de garantizar la conectividad ecológica e hidráulica entre los humedales Torca y Guaymaral. Para lograr este objetivo, la ANLA ha subrayado que se requieren estudios técnicos que demuestren cómo las obras proyectadas podrían favorecer la conservación de los hábitats y los procesos ecológicos de la zona. Esta consideración es fundamental, ya que la salud de los ecosistemas locales depende de la interconexión de estos humedales.
“La concesionaria no desarrolló los estudios hidráulicos requeridos y, por tanto, no se cuenta con la información que permita verificar que las obras propuestas garanticen la conectividad de los humedales”, puntualiza la ANLA.
Expectativas para la nueva solicitud
Con la nueva solicitud en evaluación, la concesionaria “Ruta Bogotá Norte” tiene la responsabilidad de subsanar los hallazgos anteriores y cumplir con los lineamientos urbanísticos y ambientales que han sido exigidos por la ANLA. Una vez que se cumpla el plazo de 90 días hábiles, la ANLA tomará una decisión sobre si el proyecto puede proseguir o si será necesario introducir nuevos ajustes en los planes para la Autopista Norte.
Durante este proceso, se mantendrán como ejes centrales los criterios de sostenibilidad y protección ecosistémica, los cuales son fundamentales para asegurar que cualquier desarrollo en la infraestructura vial no comprometa los recursos naturales y el bienestar de las comunidades que dependen de ellos. La atención a estos aspectos es vital en un contexto donde el cambio climático y la urbanización acelerada plantean desafíos significativos para las ciudades.
Contexto
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) anunció que ha iniciado formalmente la evaluación de la solicitud ambiental radicada por la concesionaria “Ruta Bogotá Norte” para el Proyecto Accesos Norte Fase II.
Esta iniciativa busca mejorar, rehabilitar, construir, operar y mantener ambas calzadas de la Autopista Norte entre las calles 191 y 245, con un recorrido aproximado de 5.8 kilómetros por cada calzada dentro de la ciudad.
De acuerdo con el comunicado oficial, la ANLA expidió el Auto 294 el pasado 24 de enero, con el cual se abre un plazo de 90 días hábiles para adoptar una decisión definitiva. Sin embargo, la entidad aclara que este periodo podría suspenderse ante eventuales órdenes judiciales u otros requerimientos.
“La ANLA actuará dentro del marco legal que rige el licenciamiento ambiental, con respeto por los derechos ambientales y fundamentales, bajo criterios de sostenibilidad y atendiendo al cambio climático”, señala la autoridad ambiental en su pronunciamiento.
El proyecto de ampliación ya había sido archivado en enero de 2024 mediante el Auto 004, decisión ratificada en el Auto 2996 de mayo del mismo año, debido a la falta de un estudio detallado sobre conectividad hidráulica y ecosistémica, así como información insuficiente en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
La ANLA explica que en su momento también se solicitaron conceptos técnicos a entidades como la Secretaría Distrital de Planeación, la cual aseguró que “los perfiles viales presentados no cumplen con las tipologías urbanísticas establecidas en el actual y anterior Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá”. Asimismo, el IDU y el Fideicomiso Lagos de Torca expresaron inquietudes sobre manejo de espacio público, infraestructura vial y posibles riesgos de inundación.
Por su parte, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá advirtió que los sistemas constructivos del proyecto no respondían a los requerimientos de protección de la red matriz Tibitoc–Casablanca, al no mantenerse las distancias mínimas necesarias en las obras propuestas.
Dentro del análisis, se hace énfasis en que la conectividad ecológica e hidráulica entre los humedales Torca y Guaymaral debe quedar garantizada. Para lograrlo, se requieren estudios técnicos que demuestren cómo las obras proyectadas favorecerían la conservación de los hábitats y procesos ecológicos de la zona.
“La concesionaria no desarrolló los estudios hidráulicos requeridos y, por tanto, no se cuenta con la información que permita verificar que las obras propuestas garanticen la conectividad de los humedales”, puntualiza la ANLA.
Con la nueva solicitud en evaluación, la concesionaria “Ruta Bogotá Norte” deberá subsanar los hallazgos anteriores y cumplir con los lineamientos urbanísticos y ambientales exigidos. Una vez cumplido el plazo de 90 días hábiles, la ANLA definirá si el proyecto puede proseguir o si debe introducirse un nuevo ajuste en los planes para la Autopista Norte. Mientras tanto, se mantienen los criterios de sostenibilidad y protección ecosistémica como ejes centrales en la revisión de la iniciativa.

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