Bienestar

Mujeres que Cuidan, Emprenden e Inspiran en Medellín

María Eugenia Londoño destaca como líder en su comunidad, inspirando a otras mujeres a emprender y mejorar sus condiciones de vida.

Mujeres que Cuidan, Emprenden e Inspiran en Medellín

La Voz de las Mujeres en Medellín

María Eugenia Londoño es una voz líder de los barrios de Medellín y es una de las 100 mujeres cabezas de hogar de Manrique que fueron reconocidas por la Alcaldía de Medellín, por su espíritu emprendedor. Es cuidadora, no tiene empleo fijo, pero sí unas ganas inmensas de trabajar y aprender para mejorar las condiciones de vida de sus familias.

Maru Londoño no sufre de pánico escénico, siempre ha hablado mucho. En las clases de formación empresarial se tomaba la palabra para compartir sus ideas o simplemente para amenizar la conversa. Sus palabras son espontáneas y llenas de anécdotas, unas alegres, otras un poco más tristes, pero siempre con un mensaje de optimismo. Es una mujer de fe, pero no solo en el de arriba sino también en la capacidad humana de amar al otro, de ayudar y de enseñar.

Un Discurso Inspirador

Cuando le entregan el micrófono para hablar en nombre de sus compañeras, sus ojos pequeños y vivaces brillan con más intensidad al ver que entre el público se encuentra el Alcalde de la ciudad, Fico, como todos lo conocen, y comienza su discurso improvisado, pero lleno de verdad.

Compromiso con la Comunidad

Maru es la voz de las mujeres de los barrios de Medellín, las que han tenido que lucharla para sacar adelante sus familias y sus propios sueños, pero que, a pesar de las adversidades, no han perdido la fe en sí mismas y saben que cada día hay una oportunidad, si se sabe buscar y perseverar.

Iniciativas de Emprendimiento

María Eugenia Londoño es una de las 100 mujeres cabezas de hogar de Manrique que fueron reconocidas por la Alcaldía de Medellín, luego de un proceso de formación que les permitió fortalecer sus emprendimientos y avanzar en sus ideas de negocio. Como Maru, muchas de ellas son cuidadoras, que no cuentan con un empleo fijo, pero sí con ganas de trabajar y aprender para mejorar las condiciones de vida de sus familias.

Inicios como Emprendedora

“A mí siempre me ha gustado y tenido en mi corazón hacer partícipe a la gente de lo que yo sé, me ha gustado compartir con las personas. Entonces conozco mujeres cercanas, mujeres mayores, muy solas, que quizás tienen hijos o familia, pero a la vez están solas, queriendo recibir una ayuda, entonces me motivé a enseñarles manualidades”

Maru reflexiona sobre sus inicios en el emprendimiento: “Cuando comencé las capacitaciones para este negocio lo hice pensando en el corazón de esas mujeres, porque en las clases me he dado cuenta que muchas no tienen ni para un pincel, ni para un colbón, pero cuando se les enseña a trabajar pueden salir adelante; y tal vez un día, no muy lejano, yo pueda tener una empresa con ellas y podamos trabajar juntas, ese es mi sueño”.

Oportunidades Abiertas

Al hablar de su experiencia expresa con gratitud: “me sentí súper bien con esas capacitaciones. Allí hay un personal muy humano. Fue algo tan hermoso, porque cada una tenía su tarea y su arte y era enriquecedor. Yo hubiera querido saber todo lo que aprendí antes, tal vez no hubiera perdido mis negocios, pero los tiempos de Dios son perfectos. Además nos dan una base para empezar. Esta es una puerta que se nos abre, es el principio, no el fin. Detrás de esto hay muchas oportunidades”.

El Futuro y el Aprendizaje Continuo

Maru sigue hablando. A pesar de que la lluvia torrencial que azota la UVA La Armonía -allí en Manrique- no cesa, todos la escuchan atentos, se ríen a ratos y hasta oran por la salud de los enfermos. Se toma una foto con el alcalde Fico, le cuenta la parábola del trigo y la cizaña y habla de su labor como cuidadora.

“Yo cuido a un adulto mayor que tiene 72 años y tiene demencia y precisamente por eso es que quiero aprender y seguir adelante para trabajar desde mi casa, porque si yo voy a buscar a una empresa, pues es lógico que me van a decir ya no, ¿cierto? porque la edad, pero de igual manera me gusta trabajar desde acá, porque estoy pendiente de esa persona”

Hace una breve pausa y refuerza sus deseos por aprender a pesar de las incomodidades y dificultades que pueda encontrar en el camino. “Y yo quiero aprender, aquí en esta salita, aquí no hay sino una salita, pero yo pienso que voy a acomodar seis sillitas que tengo o siete y aquí voy a acomodar a las damas que vengan a aprender…”

Un Anhelo de Continuidad

Maru concluye con un anhelo: “Desde la Alcaldía de Medellín, pues que esto no se termine, que esto sea un proceso, que sea un inicio de algo muy lindo y que sigamos adelante”.

Cuando el evento termina, Maru envuelve su diploma lleno de sueños en una bolsita plástica para que no se le moje y regresa a su casa donde la esperan los adultos mayores que ella con tanto empeño cuida.

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Equipo editorial
Medellín HOY

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