Mediar, sanar y cuidar: jóvenes de Medellín que transforman la convivencia desde las aulas de clase
La Institución Educativa Ramón Giraldo Ceballos, en la comuna 16 de Belén, ha implementado una innovadora iniciativa que promueve la mediación escolar y fomenta una cultura de paz entre los estudiantes.
Mediar, sanar y cuidar en la educación
En la Institución Educativa Ramón Giraldo Ceballos, ubicada en la comuna 16- Belén, florece una experiencia que ha cambiado la forma de entender la convivencia escolar. Se trata de MESACU -Mediar, Sanar y Cuidar-, una iniciativa que nació hace siete años con un propósito claro: transformar los conflictos en oportunidades de diálogo, empatía y crecimiento colectivo.
Desde su creación en 2018, MESACU ha evolucionado de ser una respuesta a las tensiones cotidianas en el colegio a convertirse en un modelo de mediación escolar que ha recibido reconocimiento tanto a nivel local como internacional. Este programa ha sido impulsado por un grupo de estudiantes que han decidido asumir el rol de agentes de cambio, contribuyendo así a la mejora de la convivencia en su entorno educativo. La labor de estos jóvenes ha sido apoyada por docentes comprometidos y el Programa Escuela Entorno Protector de la Alcaldía de Medellín, lo que ha permitido construir un camino sólido hacia una cultura de paz y convivencia sana.
La importancia de la mediación escolar
En la actualidad, el equipo de MESACU cuenta con cerca de 40 mediadores escolares que han sido formados y capacitados para desempeñar su labor de manera efectiva. Su trabajo va más allá de simplemente escuchar y resolver conflictos; se centra en promover el reconocimiento emocional, el respeto mutuo y la restauración de las relaciones interpersonales. Para lograr estos objetivos, se implementan diversas estrategias, tales como círculos de la palabra, dramatizaciones, talleres de gestión emocional y prácticas restaurativas. En cada uno de estos encuentros, los jóvenes participantes tienen la oportunidad de aprender a comprender las causas de los conflictos, a ponerse en el lugar del otro y a reconstruir la confianza entre ellos.
Un proceso de escucha activa
El proceso que se lleva a cabo en MESACU es tanto riguroso como humano, ya que se enfoca en la construcción de un espacio donde la escucha activa es fundamental. En este contexto, no hay lugar para juicios, sino que se promueve la comprensión mutua. Las palabras se convierten en el instrumento principal para reemplazar los gritos, y el diálogo se establece como el camino hacia la reconciliación. Este enfoque ha permitido que los estudiantes desarrollen habilidades interpersonales valiosas que les servirán no solo en su vida escolar, sino también en su vida futura.
Reconocimientos y proyección internacional
En el año 2022, MESACU fue reconocido en el programa Ser Mejor, una iniciativa de la Alcaldía de Medellín que busca destacar proyectos que fomentan el bienestar y la mejora de la calidad de vida en la comunidad. Además, la experiencia acumulada por el equipo ha sido compartida en diversos encuentros académicos, incluso en México, donde se ha podido intercambiar conocimientos y prácticas con otros educadores y mediadores. Un hito significativo está programado para noviembre de 2025, cuando el grupo representará a Colombia en el Segundo Congreso Internacional de Experiencias de Jóvenes para Jóvenes, que se llevará a cabo en Buenos Aires, Argentina.
Construyendo paz desde las aulas
La construcción de la paz no se limita a acciones externas, sino que también se origina en las escuelas, donde la voz y la acción de los jóvenes juegan un papel crucial. MESACU no solo ha logrado mejorar la convivencia escolar, sino que ha cultivado un sentido de esperanza en una comunidad que ahora encuentra en el diálogo su herramienta más poderosa para resolver diferencias. Esta experiencia demuestra que Medellín no es solo una ciudad que ha aprendido de su pasado, sino que también se dedica a formar a sus nuevas generaciones para que puedan sanar, cuidar y mediar, transformando así el futuro desde el aula.
El impacto en la comunidad educativa
El impacto de MESACU se refleja en el ambiente escolar, donde se ha logrado reducir la violencia y fomentar un clima de respeto y colaboración. Los mediadores escolares, al ser pares de sus compañeros, generan un espacio de confianza que permite abordar los conflictos de manera más efectiva. Este modelo de mediación ha sido adoptado por otras instituciones educativas que buscan replicar su éxito, lo que evidencia la necesidad y la efectividad de este tipo de programas en el sistema educativo.
La experiencia de MESACU es un claro ejemplo de cómo la mediación escolar puede ser una herramienta transformadora en la educación, promoviendo no solo la resolución de conflictos, sino también el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los estudiantes. A través de este enfoque, se busca no solo mejorar las relaciones interpersonales dentro de la escuela, sino también contribuir a la construcción de una sociedad más pacífica y respetuosa.

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