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El único río del mundo que desemboca en un desierto y no en el mar

Exploramos la singularidad del río que termina en el desierto de Kalahari y el famoso río Danubio, que cruza diez países.

El único río del mundo que desemboca en un desierto y no en el mar

Colombia es un país que no solo cuenta con una amplia variedad de ecosistemas, sino que también se destaca como uno de los países más ricos en biodiversidad. Según datos de la marca país, "Colombia es el país más biodiverso por kilómetro cuadrado", lo que se traduce en la existencia de 311 tipos de ecosistemas tanto continentales como marinos. Además, un notable 53% de su territorio está cubierto por diferentes tipos de bosques.

En este contexto, Colombia se caracteriza por poseer sistemas fluviales de alta importancia, no solo a nivel nacional, sino también a nivel continental. Gracias a su ubicación privilegiada, el país cuenta con una hidrografía destacable que incluye cuatro vertientes hidrográficas fundamentales: Caribe, Pacífico, Orinoco y Amazonas. De estas, la vertiente del Caribe es la más relevante, ya que alberga el río Magdalena, que se considera la vía fluvial más importante de Colombia. Otros ríos y corrientes de agua también fluyen desde la Sierra Nevada de Santa Marta, contribuyendo a la riqueza hídrica de la región.

Sin embargo, existen otros ríos en el mundo que presentan características singulares, como es el caso de un río que desemboca en un desierto en lugar de en el mar. Este fenómeno es poco común y merece ser explorado en profundidad.

¿Cuál es el río que desemboca en un desierto hasta secarse?

El río Okavango, también conocido como río Kubango, se destaca como el cuarto sistema fluvial más largo del sur de África. Este río tiene su origen en el centro de Angola y fluye hacia el sureste a lo largo de 1.600 kilómetros, finalizando su recorrido en el desierto de Kalahari, ubicado en el norte de Botswana. En este punto, el río culmina en un gran delta interior que es conocido como el pantano de Okavango.

Lo que hace al río Okavango verdaderamente único es que es el único río del mundo que no desemboca en el mar. Esta peculiaridad se debe a la topografía de la región y a la ausencia de una salida natural hacia el océano. En lugar de continuar su camino hacia el mar, el río se enfrenta a la evaporación y a la infiltración en el terreno, fenómenos que absorben gran parte de su caudal. Esto resulta en un ecosistema singular, donde el agua se dispersa en una vasta y seca llanura que impide que el río mantenga un cauce continuo.

Durante las crecidas, el delta del Okavango puede cubrir una superficie que oscila entre 15.000 km² y 22.000 km², convirtiéndose en un verdadero paraíso ecológico en medio de la aridez del desierto. Este delta alberga una diversidad impresionante de flora y fauna, lo que lo convierte en un lugar de gran interés para investigadores y ecoturistas. Sin embargo, a pesar de su belleza y singularidad, el río Okavango enfrenta amenazas significativas, especialmente por la actividad de la industria petrolera en la región.

¿Cuál es el único río del mundo que atraviesa 10 países?

Por otro lado, el río Danubio se presenta como un fenómeno geográfico y cultural de gran relevancia. Este río, que históricamente ha sido un importante punto de referencia, fue una frontera del Imperio Romano en tiempos pasados. Actualmente, el Danubio es reconocido como el segundo río más largo de Europa, solo superado por el Volga, y se distingue por ser el que cruza el mayor número de países en el mundo.

El río Danubio se origina en Alemania y, a lo largo de su trayecto, atraviesa otros nueve países antes de desembocar en el Mar Negro. Los países que forman parte de su recorrido son:

  • Alemania
  • Austria
  • Eslovaquia
  • Hungría
  • Croacia
  • Serbia
  • Rumania
  • Bulgaria
  • Moldavia
  • Ucrania

El Danubio no solo es importante por su longitud y la cantidad de países que atraviesa, sino también por su rica biodiversidad. Este río alberga una gran variedad de especies de peces, incluyendo carpas, esturiones, salmones y truchas. La diversidad de ecosistemas que se encuentran a lo largo de su cauce hace del Danubio un vital recurso natural y un área de conservación que merece ser protegida.

Ambos ríos, el Okavango y el Danubio, son ejemplos fascinantes de la complejidad y la diversidad de los sistemas fluviales en el mundo. Mientras que el Okavango representa un fenómeno único en el que el agua se dispersa en un desierto, el Danubio simboliza la conexión de múltiples naciones a través de sus aguas. Estos ríos no solo son vitales para los ecosistemas que sustentan, sino que también son testigos de la historia y la cultura de las regiones que atraviesan.

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Medellín HOY

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