Cuatro ataques y dos atentados frustrados se han registrado este año en la vía a la Costa Atlántica

Este año, la vía que une Medellín con la costa norte ha sido objeto de cuatro ataques perpetrados por grupos armados, lo que ha generado serias afectaciones tanto a la infraestructura como a los vehículos y, lo más preocupante, a las personas que transitan por esta importante ruta. Transportadores, alcaldes y autoridades departamentales han alzado la voz para solicitar al Gobierno nacional una mayor inversión en seguridad e infraestructura, con el fin de garantizar una movilidad más segura para todos.

Detalles de los ataques

El ataque más reciente ocurrió el 19 de noviembre, cuando un artefacto explosivo fue detonado por grupos armados ilegales en la jurisdicción de Yarumal. Este incidente dejó la vía completamente afectada, interrumpiendo el tránsito y generando una gran preocupación entre los usuarios de esta ruta vital.

Otro ataque significativo tuvo lugar el 31 de julio, cuando un bus de servicio interdepartamental fue atacado a tiros entre Valdivia y Tarazá. Este hecho no solo puso en riesgo la vida de los pasajeros, sino que también evidenció la creciente violencia en la región.

El 5 de marzo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) activó un artefacto explosivo en el tramo que conecta Puerto Valdivia con Tarazá, un acto que también causó estragos en la movilidad de la zona. Por otro lado, el 26 de febrero, un bus de la empresa Coonorte fue incendiado por miembros del ELN en el sector de La Paulina, lo que subraya la gravedad de la situación de seguridad en esta área.

Intentos de atentados frustrados

Además de los ataques mencionados, este año también se han frustrado dos intentos de atentados. El 5 de septiembre, el Ejército Nacional logró desactivar un artefacto explosivo improvisado en la jurisdicción de Valdivia, evitando así un posible desastre. Asimismo, el 1 de agosto, dos cilindros bomba fueron desactivados por el ejército a un costado de la vía en la misma jurisdicción, lo que refleja la constante amenaza que enfrentan los ciudadanos y las autoridades en esta región.

Reacciones de las autoridades

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha calificado esta situación como un nuevo fracaso de la política de paz total. En una declaración contundente, expresó:

“Lo que hicieron fue entregarles el país a los peores criminales, yo espero que pronto Colombia tenga un nuevo presidente, que quiera las regiones, que no nos mire con desdén y que tenga claro que sus aliados son los ciudadanos y no las estructuras criminales.”

Estas palabras reflejan el descontento y la frustración que sienten muchos líderes locales ante la creciente violencia.

Por su parte, el alcalde de Valdivia, Carlos Molina, también ha manifestado su preocupación por la situación. Según él, los ataques y la inseguridad que se vive en la vía afectan la seguridad y la integración de los municipios del norte lejano de Antioquia.

“Este es un tema bastante complejo que tiene impactos económicos y de manera directa también sobre otros servicios que presta esta vía nacional,”

agregó Molina, enfatizando la importancia de esta ruta para la región.

Impacto económico y social

La vía que conecta Medellín con la costa atlántica es crucial, ya que por ella circulan más de 3.600 vehículos al día, de los cuales 1.400 son de carga. Esta intensa actividad económica se ve gravemente afectada por los cierres ocasionados por los ataques. Según la Asociación Colombiana de Camioneros (Colfecar), las pérdidas cada vez que se cierra esta vía ascienden, en promedio, a 1.800 millones de pesos diarios. Este impacto económico no solo afecta a los transportadores, sino también a las comunidades locales que dependen de esta vía para el comercio y el transporte de bienes.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Vías (Invías) ha informado que la recuperación total de los daños en este punto puede tardar alrededor de dos meses, lo que significa que la comunidad tendrá que lidiar con las consecuencias de estos ataques durante un tiempo prolongado. La situación es alarmante y requiere una respuesta urgente por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y la movilidad en esta zona estratégica del país.