Colombia solicita a Estados Unidos que detenga los ataques en el mar Caribe y Pacífico
La Cancillería colombiana expresa su rechazo ante las recientes acciones militares de Estados Unidos, mientras el presidente Gustavo Petro critica la intervención y sus implicaciones políticas.
En un contexto de creciente tensión entre Colombia y Estados Unidos, la Cancillería colombiana ha emitido un comunicado en el que rechaza enérgicamente los ataques realizados por el gobierno de Donald Trump en el mar Caribe y, más recientemente, en el mar Pacífico. Estas acciones han generado un fuerte debate sobre la soberanía nacional y el respeto a las normativas internacionales que rigen la conducta de los estados en aguas internacionales.
Reacción de la Cancillería colombiana
La Cancillería fue clara y contundente al afirmar:
“Colombia hace un llamado a que cesen estos ataques y lo insta a respetar las normas que dicta el derecho internacional”. Este pronunciamiento no solo refleja la preocupación del gobierno colombiano por la integridad de su territorio, sino también un deseo de mantener abiertas las vías de diálogo diplomático para abordar este tipo de situaciones.
Además, el comunicado subraya la importancia de adoptar estrategias integrales y efectivas en la lucha contra el narcotráfico en la región, una problemática que ha persistido durante décadas. La Cancillería enfatiza que la cooperación debe ser el camino a seguir, destacando que Colombia ha trabajado arduamente en la lucha contra las drogas y que está dispuesta a continuar colaborando con otros países en este esfuerzo.
Ataque militar estadounidense
La respuesta de la Cancillería se produce tras un ataque militar llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que tuvo lugar en aguas del Pacífico. Según el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, durante esta operación se atacó una embarcación que supuestamente transportaba narcotraficantes, resultando en la muerte de dos personas. Hegseth informó a través de un mensaje en la red social X que
“había dos narcoterroristas a bordo de la embarcación durante el ataque, que se llevó a cabo en aguas internacionales. Ambos terroristas fueron asesinados y ninguna fuerza estadounidense resultó herida en este ataque”.
Este tipo de acciones militares ha suscitado un debate sobre la legalidad y la ética de las intervenciones extranjeras en asuntos que afectan la soberanía de naciones soberanas. La Cancillería colombiana ha expresado su deseo de que estas acciones cesen y que se respete el derecho internacional, un aspecto fundamental en las relaciones diplomáticas entre países.
La postura del presidente Gustavo Petro
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también se ha pronunciado sobre el ataque estadounidense, señalando que estas acciones
“rompen las normas del derecho internacional”. En sus declaraciones, Petro sugiere que detrás de las operaciones militares de Estados Unidos pueden existir intereses políticos que buscan influir en el panorama electoral colombiano, especialmente de cara a las elecciones programadas para el próximo año.
En un mensaje compartido en sus redes sociales, Petro argumenta que
“la magnitud del insulto de Trump a Colombia y a mí mismo ya no tiene el objetivo de alcanzar una estrategia eficaz antinarcotraficantes, sino afectar las elecciones de Colombia el año entrante, buscando de nuevo el triunfo de la extrema derecha”. Esta crítica no solo resalta la percepción de interferencia extranjera en la política interna colombiana, sino que también plantea interrogantes sobre la verdadera motivación detrás de las acciones militares.
El presidente también advirtió que
“ahora piensan que, debilitando el movimiento democrático de Colombia, podrán más fácilmente acceder al petróleo de Venezuela”. Esta afirmación pone de relieve la complejidad de las relaciones internacionales en la región y cómo estas pueden verse afectadas por intereses económicos y políticos en juego.
Petro reafirmó el compromiso del gobierno colombiano en la lucha contra el narcotráfico, declarando que
“el gobierno de Colombia seguirá colaborando en la lucha antinarcotraficante, aumentando la experiencia y transfiriendo la experiencia a todo gobierno que quiera colaborar con Colombia sin destruir la democracia y sin intervenir en la política interna de los países socios”. Este enfoque busca establecer un equilibrio entre la cooperación internacional y el respeto a la soberanía nacional, un aspecto que se vuelve crucial en el actual contexto geopolítico.

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