Valle de Aburrá

Testimonio de Nicolás Ochoa Vahos, sobreviviente del accidente en Remedios

Nicolás Ochoa Vahos, uno de los heridos en el trágico accidente de bus que dejó varias víctimas, comparte su experiencia y lucha por recuperarse tras la tragedia.

Testimonio de Nicolás Ochoa Vahos, sobreviviente del accidente en Remedios

Noticias Telemedellín sigue brindando apoyo a las familias de las víctimas del accidente ocurrido en el municipio de Remedios, donde un grupo de egresados del Liceo Antioqueño sufrió una tragedia en la carretera. A medida que pasan los días, emergen relatos conmovedores de los sobrevivientes. Entre ellos se encuentra Nicolás Ochoa Vahos, quien recientemente fue dado de alta del hospital Pablo Tobón Uribe, lugar donde recibió atención médica tras el accidente.

El accidente dejó no solo un saldo trágico de fallecidos, sino también historias de valentía y resistencia. Nicolás, quien se encuentra en un proceso de recuperación, comparte su vivencia en medio del caos y el dolor que dejó esa fatídica madrugada.

Un instante de terror y confusión

En medio de los restos del vehículo siniestrado y el silencio que dejó la tragedia, surge la historia de supervivencia de Nicolás Ochoa. Este joven no puede determinar cuál de los dolores es más intenso: las secuelas físicas del accidente o la profunda tristeza de haber perdido a sus amigos y compañeros en el siniestro. Su relato está marcado por la angustia y la desesperación que sintió en esos momentos críticos.

“En el momento de susto, miré el celular, buscando una salvación al llamar, intenté llamar a emergencia al 123 y no había señal, aparecía sin servicio. En ese momento me dolía mucho la cara y tenía en la camisa blanca que se veía como negra, tenía curiosamente de como estaba. Es muy curioso porque en ese momento me tomé una selfie para ver como estaba; apenas me tomé la foto y me impresioné demasiado porque todo esto era sangre y en la cara solamente se me veían los ojos”,

comentó Nicolás, quien aún lleva las marcas visibles de esa noche trágica. Las cicatrices en su rostro son un recordatorio constante de los momentos vividos en el accidente.

La lucha por sobrevivir

En medio de la oscuridad y el dolor, Nicolás experimentó un momento de pesimismo. Sin señal en su teléfono y rodeado por la desolación, pensó que su situación era crítica y que, tal vez, nadie los encontraría. Aunque escuchaba el sonido de vehículos que pasaban por la carretera, sentía que la ayuda podría llegar demasiado tarde. Sin embargo, algo dentro de él lo impulsó a luchar contra el dolor y el miedo que lo invadían.

“En ese momento de mucha incertidumbre y de mucha impotencia, que cuando estaba ahí sentado me acosté contra unas ramas y yo empecé a llorar. Pensaba en mi familia, pensaba por qué iba a morir así, que era una manera muy horrible, mucha impotencia en el momento mientras escuchaba los gritos de los compañeros abajo”,

explicó Nicolás, quien se vio atrapado en una maraña de pensamientos oscuros. La desesperación lo llevó a reflexionar sobre las posibles fallas en el vehículo que pudieron haber contribuido al accidente.

Reflexiones en medio del dolor

En medio de su sufrimiento, Nicolás experimentó una revelación. Reflexionó sobre la posibilidad de que el accidente se debiera a fallas mecánicas. Sin embargo, decidió no dejarse llevar por esos pensamientos negativos, buscando en su fe un refugio para su angustia.

“Me llegó algo al pensamiento de pronto pudo haber sido por eso. Cuando me senté y pensé eso, yo dije de una que no puedo tener esos pensamientos. Dios me proteja de todo mal y peligro y me eché la bendición. Póngale que eran la 01:50 a. m. y por ahí cinco o diez minutos máximos fue el accidente, la tragedia”,

recordó Nicolás, quien a pesar de las circunstancias, se aferra a la esperanza y a la fe en Dios. Su relato revela no solo el sufrimiento físico, sino también el impacto emocional que ha tenido que sobrellevar tras el accidente.

El camino hacia la recuperación

Hoy, Nicolás Ochoa Vahos es considerado un milagro, pues ha logrado regresar a su hogar tras recibir atención médica. Sin embargo, su recuperación no es sencilla. Aún enfrenta dificultades para caminar y los dolores, tanto físicos como emocionales, lo acompañan a diario. La pérdida de sus compañeros pesa en su corazón, y ora por ellos, recordando los momentos compartidos antes de la tragedia.

Su historia es un testimonio de la resiliencia humana en tiempos de crisis, una narración que resuena con la esperanza de que, a pesar de las adversidades, la vida continúa. A medida que Nicolás avanza en su proceso de sanación, su valentía y fortaleza son un ejemplo para quienes enfrentan circunstancias similares.

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Medellín HOY

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