La comunidad de Bello y Medellín clama contra el uso de pólvora
La quema de pólvora en espacios públicos genera preocupación entre los habitantes de Bello y Medellín, quienes exigen acción de las autoridades para detener estas prácticas peligrosas.
En el barrio Pérez de Bello, una cancha de fútbol cinco se transformó en un escenario de preocupación y caos cuando decenas de voladores fueron encendidos por un grupo de personas. La situación alarmó a los residentes, quienes, ante el estruendo y el peligro que representaba la quema de pólvora, decidieron alertar a las autoridades locales. Sin embargo, cuando la Policía llegó al lugar, los responsables de estas actividades pirotécnicas ya habían desaparecido, dejando a la comunidad con un sentimiento de impotencia y frustración.
José Rolando Serrano Jaramillo, secretario de Seguridad de Bello, se pronunció sobre el incidente, enfatizando la gravedad de la situación. En sus declaraciones, destacó:
“Se presentó una situación relacionada con la quema de pólvora en un sector del barrio Pérez, cuando la Policía hizo presencia en el lugar las personas que realizan estas actividades ya no se encontraban ahí. Hacemos nuevamente un llamado a evitar el uso de cualquier artículo de pirotecnia, y a que denuncien a las líneas 6043224848 o al celular 3243876309”.
El malestar por el uso de pólvora no se limita solo al municipio de Bello. En Medellín, un grupo de mujeres se unió para expresar su descontento ante la quema de pólvora en el barrio Miravalle. En un video que circula en redes sociales, una de las mujeres se escucha diciendo:
“Aquí vive gente enferma, niños, animales. Descarados”.Estas declaraciones reflejan el desasosiego de una comunidad que se siente amenazada por las imprudencias de unos pocos.
Un panorama preocupante en Antioquia
Hasta el momento, el departamento de Antioquia ha registrado un total de 59 personas heridas a causa de la pólvora. Este dato se torna aún más alarmante al considerar que Medellín y Bello son los municipios que concentran la mayor parte de estos incidentes, con 29 y 4 casos respectivamente. La quema de pólvora, especialmente en épocas festivas, se ha convertido en una tradición que, aunque celebrada por algunos, representa un riesgo significativo para la salud y la seguridad de la población.
La voz de la comunidad
La comunidad ha comenzado a organizarse para hacer frente a esta problemática. En varios sectores, los residentes están promoviendo campañas de sensibilización sobre los peligros asociados con el uso de pólvora. Estas iniciativas buscan educar a la población sobre el impacto que tiene la pirotecnia no solo en la salud física, sino también en el bienestar emocional de quienes viven en las cercanías, como niños, ancianos y mascotas. La preocupación por el bienestar de estos grupos vulnerables ha sido un motor para que las voces de los ciudadanos se unan en un clamor por un cambio.
Además, las autoridades locales han comenzado a intensificar sus esfuerzos para controlar el uso de pólvora. La Policía y otros organismos de seguridad están llevando a cabo operativos en diferentes barrios, con el fin de desmantelar las actividades ilegales relacionadas con la venta y el uso de artículos pirotécnicos. Sin embargo, la efectividad de estas acciones ha sido cuestionada, dado que los incidentes continúan ocurriendo en diferentes partes de la ciudad y sus alrededores.
Un llamado a la acción
Las autoridades han hecho un llamado a la comunidad para que se mantenga alerta y denuncie cualquier actividad sospechosa relacionada con la quema de pólvora. La línea de atención 6043224848 y el celular 3243876309 están disponibles para que los ciudadanos puedan reportar incidentes y contribuir a la seguridad de su entorno. La participación activa de la comunidad es fundamental para erradicar esta práctica que pone en riesgo la vida y la integridad de las personas.
La situación en Bello y Medellín es un recordatorio de la necesidad de trabajar juntos para crear un ambiente más seguro para todos. Las voces de los ciudadanos son vitales en este proceso, y su compromiso con la denuncia y la educación puede marcar la diferencia en la lucha contra el uso irresponsable de la pólvora.

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