Más de 50 años de cárcel para dos miembros de una banda que secuestraba y torturaba mujeres en Medellín

Una tras otra, varias mujeres de Medellín denunciaron ante la Fiscalía General de la Nación, haber sido secuestradas y sometidas a torturas extremas con el fin de robarles sus activos, especialmente, vaciando sus cuentas bancarias.

En sus relatos, las mujeres aseguraron que fueron víctimas de varias personas, sin embargo, dos individuos en particular habrían sido los responsables de llevar a cabo las severas torturas con las que las mujeres fueron doblegadas para entregar sus datos bancarios en función de vaciar sus cuentas. 

Fuentes judiciales revelaron que, entre los testimonios rendidos por al menos ocho mujeres de la capital de Antioquia, se detallaron con precisión los tratos a los que las víctimas fueron sometidas por un hombre y una mujer que fueron identificados por las autoridades, posteriormente. 

Según lo explicaron estas fuentes, las víctimas habrían sido contactadas a través de redes sociales con el propósito de ofrecerles puestos como masajistas o damas de compañía a cambio de pagos importantes. 

Las mujeres que decidieron aceptar las ofertas realizadas por los miembros de la banda, recibían instrucciones por los mismos medios a través de los cuales se les 'contrató' y se les indicaban los pormenores de su primer trabajo. 

Las mujeres debían desplazarse a domicilios específicos indicados por los administradores de este "negocio", a donde debían llegar a prestar sus servicios, ya fuera de masajes o de compañía, sin embargo, una vez allí, las mujeres eran sorprendidas por los miembros de la banda.

En los domicilios, que realmente eran inmuebles bajo el control de la organización delictiva, las mujeres eran desnudadas, amarradas y golpeadas en múltiples oportunidades para doblegarlas y romperlas a nivel físico y emocional. 

Acto seguido, a las mujeres se les revelaban los motivos reales de su presencia en los inmuebles, obligándolas a atravesar los filtros de seguridad de sus teléfonos celulares y luego, de sus aplicaciones bancarias. 

Las denuncias conocidas por la Fiscalía evidenciaron que los agresores apagaban las luces de los inmuebles en donde se cometían los hechos y subían el volumen de los equipos de sonido para evitar que se escucharán los gritos de las agredidas.

Las mujeres que accedían a las exigencias de la organización eran liberadas posteriormente, una vez hubieran sido despojadas de sus activos digitales.

Sin embargo, las mujeres que se mostraban resistentes ante los tratos de los delincuentes y sus exigencias, eran sometidas a torturas mucho más severas.

Según pudieron establecerlo los investigadores de la Fiscalía General de la Nación, las agresiones evolucionaban y pasaban de los golpes a herirlas usando diferentes utensilios o sustancias químicas.

Uno de los casos más graves que pudo constatar la Fiscalía fue el de una mujer a la que dos individuos le pusieron una plancha caliente en sus partes íntimas y sus ojos, y posteriormente, le vertieron alcohol sobre las heridas frescas. Según la víctima, habría sido sometida a esta tortura puesto que no recordaba la información de su aplicación bancaria.

En otros casos verificados por el ente acusador, las víctimas fueron quemadas con parafina en la espalda y les hacían creer que se trataba de ácido; en algunos casos les cortaron el cabello con cuchillos y les causaron lesiones con armas blancas.

Ante las denuncias realizadas por al menos ocho víctimas que fueron secuestradas y torturadas en El Poblado, Suramericana, Laureles, El Rodeo, Belén y Robledo entre el 17 de diciembre de 2023 y el 1 de abril de 2024, cinco personas fueron capturadas por las autoridades de la capital de Antioquia. 

Meses atrás fueron sentenciados por los delitos de concierto para delinquir, secuestro extorsivo, tortura y hurto calificado, todos como conductas agravadas, Santiago Úsuga Montoya, a 29 años de prisión; David Alonso García Restrepo a 30 años y 6 meses y William Samuel Suárez Rubiano a 32 años.

Ahora, este miércoles fueron sentenciados María Paula Sierra Alba y Miguel Ángel Botero Mosquera, quien recibieron condenas de 50 años y tres meses, y 53 años, respectivamente, por los mismos delitos sindicados a sus cómplices previamente procesados. 

En el proceso judicial adelantado contra la organización, la Fiscalía estableció que en los ocho eventos verificados, la banda criminal se apropió de más de 80 millones de pesos, no solo en dinero digital, sino también en efectivo, joyas y otras pertenencias de las mujeres secuestradas.

Periodista de Nación, en Medellín.