Grupo Mujeres La Salle de Manrique vibra entre risas, música y colores
Un grupo de 25 mujeres de entre 50 y 80 años ha encontrado en la música y el arte un espacio de inclusión y creatividad en Manrique.
En el corazón del barrio Manrique, un grupo singular de mujeres ha encontrado en la música, el arte y la camaradería un refugio y un espacio para el crecimiento personal. El grupo, conocido como Mujeres La Salle, está conformado por 25 integrantes que oscilan entre los 50 y 80 años. Estas mujeres, a través de risas, música y una paleta vibrante de colores, han logrado más que un simple encuentro; han tejido una comunidad que se siente como una familia.
La historia de este grupo se remonta al 18 de marzo de 2015, cuando nació la iniciativa “Mujeres La Salle y Una Luz Para Ti”. Este no era solo un nombre, sino un verdadero símbolo de dignidad, arte y creatividad, que ha resonado en la vida de sus miembros y en la comunidad. Desde sus inicios, el propósito ha sido claro: crear espacios de inclusión para personas en situación de discapacidad, promoviendo la participación activa y el aprendizaje continuo.
Actividades que transforman vidas
Las actividades del grupo son diversas y enriquecedoras. En palabras de Bibiana Barrientos, una de las integrantes más activas, “aparte del baile, que nos sirve para el desestrés, la salud mental y física, entonces la utilizamos también para la creatividad”. Esta afirmación refleja el enfoque holístico del grupo, donde cada encuentro es una oportunidad para aprender y crecer. El baile no solo es una forma de expresión, sino también una herramienta para mejorar el bienestar emocional y físico de las participantes.
El grupo ha implementado diversas técnicas artísticas que buscan involucrar a todos sus miembros. Bibiana continúa explicando: “Para poder aprender y traer ese conocimiento a los niños discapacitados, que fue una técnica que vimos, lo que fue el macramé, porcelanicron, pintura en madera, pintura en yeso”. Estas actividades no solo permiten a las mujeres explorar su creatividad, sino que también les brindan la oportunidad de compartir sus habilidades con las nuevas generaciones, fomentando así un ciclo de aprendizaje y apoyo mutuo.
Desafiando el paso del tiempo
Las integrantes del grupo no solo desafían el paso del tiempo; lo transforman. Con cada clase, cada manualidad y cada baile, demuestran que la edad no es un obstáculo para seguir aprendiendo y disfrutando de la vida. Alba Luz Flórez Correa, otra de las miembros del grupo, expresa con entusiasmo: “¿Que tenemos esos años? Sí, es verdad. Pero que aprendimos muchas cosas más y que hasta el último día de nuestra vida hay cosas por aprender”. Esta declaración encapsula la filosofía del grupo, donde el aprendizaje es un proceso continuo y la curiosidad se mantiene viva.
La música, en particular, juega un papel central en las actividades del grupo. A través de ritmos contagiosos y melodías alegres, las mujeres no solo se divierten, sino que también encuentran una vía de expresión que les permite conectar entre sí y con su entorno. Las sesiones de baile se convierten en momentos de alegría compartida, donde cada movimiento es una celebración de la vida y la amistad.
Impacto en la comunidad
El impacto del grupo Mujeres La Salle va más allá de sus integrantes. Al crear un espacio inclusivo, están sentando las bases para un cambio positivo en la comunidad de Manrique. Al involucrar a personas con discapacidad en sus actividades, están promoviendo una cultura de aceptación y respeto. Este enfoque inclusivo no solo beneficia a los participantes directos, sino que también sensibiliza a la comunidad sobre la importancia de la diversidad y la inclusión.
La historia de Mujeres La Salle es un testimonio del poder de la comunidad y del arte como herramientas de transformación social. En un mundo donde a menudo se subestima a las mujeres mayores, este grupo desafía estereotipos y demuestra que la creatividad y la solidaridad no tienen edad. A través de su labor, están dejando una huella imborrable en la vida de quienes las rodean.
Con cada encuentro, cada actividad y cada risas compartidas, las Mujeres La Salle continúan vibrando con energía y pasión, creando un legado que seguramente perdurará en el tiempo.
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