Doble asesinato en un bus de Aranjuez, en Medellín, respondería a un ajuste de cuentas de 'La Terraza'

Un hombre sospechoso abordó un bus de la ruta centro de Medellín - Popular, a eso de las 9 de la noche del pasado martes 8 de julio, una vez arriba, y justo cuando el vehículo se encontraba en el sector de la carrera 49 con la calle 85C, desfundó un arma y disparó sin mediar palabra contra dos pasajeras que viajaban abordo.

De acuerdo con testigos que viajaban en el bus al momento del episodio de sicariato, el hombre armado ingresó al vehículo y disparó en contra de las mujeres delante de otros pasajeros para luego emprender la huida.

En un primer momento, se manejaron teorías de que podría haberse tratado de un episodio de hurto, sin embargo, las circunstancias y la manera de actuar del sicario llevaron a que esas teorías fueras desestimadas con rapidez. 

En el reporte del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia (SISC) quedó constancia de que el levantamiento de los cuerpos se dio a las 9:02 en el barrio La Piñuela, en Aranjuez.

"La unidad investigativa del CTI, en coordinación con la fiscal del caso, realizó la inspección técnica a los cuerpos de dos mujeres no identificadas, de 25 a 30 años, quienes presentan impactos por arma de fuego y cuyos cuerpos fueron encontrados al interior de un vehículo de servicio público tipo bus", dice el reporte.

Las sospechas de las autoridades con respecto al motivo del crimen, con respecto el modus operandi del sicario, aumentaron tras la identificación de las dos víctimas mortales en el bus. 

Las mujeres fueron identificadas como Olimar Karina Bravo Castillo, de 37 años, y Dayana Marcela Payares Serna, de 24. 

Según fuentes judiciales, después de verificar el perfil de ambas mujeres, determinaron que Bravo Castillo, de origen venezolano, era el objetivo del ataque del sicario de quien por ahora no se tiene identificación en tanto cubrió su rostro con un tapabocas.

Por otro lado, de manera preliminar, las autoridades señalaron que la muerte de Payares Serna, oriunda del Urabá antioqueño, habría sido daño colateral del ataque del sicario, que en su misión de asesinar a Bravo, habría disparado en contra de la mujer de 24 años, quien volvía de su trabajo en dirección a su hogar. 

A raíz del hecho, que estremeció a los habitantes del nororiente de Medellín, el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, informó que la administración dispuso una recompensa de 200 millones de pesos para quien entregue información que permita dar con la captura del responsable del ataque y de quienes estén detrás del mismo. 

En ese sentido, el secretario Villa reveló que las primeras investigaciones de las autoridades indicarían que el crimen es producto de un ajuste de cuentas a raíz de un hurto cometido por quien sería el compañero sentimental de Bravo.

Este individuo, quien fue capturado en semanas recientes por el delito de porte ilegal de armas de fuego y que se encuentra recluido en la Estación de Policía de Aranjuez, habría afectado a La Terraza, uno de los grupos delincuenciales organizados más longevos y poderosos de la ciudad. 

“Las primeras hipótesis apuntan a un ajuste de cuentas criminal. La víctima de nacionalidad venezolana, que es en contra de quien iba dirigido el ataque, ha sido señalada presuntamente de haber participado en un hurto días antes”, puntualizó Villa.

Periodista de Nación, en Medellín.