El primer metro del mundo: una revolución en el transporte
El metro, que se originó en Londres en el siglo XIX, marcó un hito en la movilidad urbana.
El metro a día de hoy es una pieza vital en la vida de las ciudades, teniendo sus orígenes en Londres en el siglo XIX. Si bien, el crearlo fue toda una revolución en aquel entonces, cuando las ciudades enfrentaban el crecimiento demográfico y los problemas de movilidad que este generaba. Como tal, el primer metro del mundo se inauguró en Londres el 10 de enero de 1863.
Contexto de la época
La primera mitad del siglo XIX significó para Londres un gran crecimiento económico y poblacional gracias a la .
Las calles estaban llenas de carruajes, tranvías y peatones, lo que causaba un tráfico intenso, extendiendo los recorridos de la ciudad a una, dos o incluso tres horas en un día normal, según registros del Museo de Transporte de Londres.
Este escenario provocó la urgente necesidad de hacer algo para aliviar la congestión en la superficie y conectar más rápido las zonas residenciales con el centro laboral de Londres.
Construir Aun así, la idea fue defendida por gente influyente de la época, como el abogado y miembro del Parlamento Británico Charles Pearson, quien promovió el uso del subsuelo para construir un tren y reducir el tráfico en las vías. Gracias a esto, en 1854, el Parlamento británico aprobó la construcción de un ferrocarril subterráneo.
Construcción del metro de Londres
La primera línea de metro se llamó ‘Metropolitan Railway’ (Ferrocarril Metropolitano), y su construcción se realizó con el método ‘cortar y cubrir’, que consistía en excavar zanjas en las calles, instalar cada túnel y luego cubrirlos de nuevo con tierra. Esta técnica alteró mucho la vida de los citadinos, pero resultó efectiva, especialmente en cuanto a tiempo de construcción.
El primer tramo del metro tuvo una longitud de más de 6 kilómetros y conectaba dos estaciones, las de Paddington y Farringdon. Esta línea se inauguró con trenes de vapor, adaptados para tener la mínima ventilación posible, lo que generaba humo y calor a los pasajeros. Aun con esas molestias, fue un éxito rotundo, llevando a 9,5 millones de pasajeros en su primer año.
Un cambio importante se dio en 1890, cuando se inauguró la primera línea 100% eléctrica, la llamada ‘City and South London Railway’, que se acomodaba a los pasajeros al no generar calor ni humo.
Expansión de la idea del metro
Esta idea llegó rápidamente a otras ciudades y se fueron formando líneas durante las décadas siguientes. , pasando de ser un experimento de una ciudad congestionada a convertirse en un ejemplo a seguir a nivel mundial en términos de transporte.

Publicar un comentario