Captura de mujeres por cirugías estéticas ilegales en Medellín
La Fiscalía ha imputado a dos mujeres por su participación en una red que realizaba procedimientos quirúrgicos no autorizados en la ciudad.
La Fiscalía General de la Nación ha dado un paso significativo en la lucha contra las prácticas ilegales en el ámbito de la salud al imputar a dos mujeres, Yarleny Mosquera Aguirre y Elizabeth Rojas Tobón. Ambas son señaladas como integrantes de una red delictiva que operaba en Medellín, realizando cirugías estéticas en lo que se ha calificado como clínicas de garaje. Este tipo de procedimientos no solo son ilegales, sino que también representan un grave riesgo para la salud de quienes se someten a ellos.
Detalles de la imputación
Las acusaciones formuladas por la Fiscalía incluyen los delitos de concierto para delinquir, estafa agravada en modalidad masa y lesiones personales dolosas. Estas imputaciones se fundamentan en una serie de investigaciones que han revelado la magnitud de las operaciones de esta red, que atraía a sus víctimas mediante publicaciones en redes sociales. En estas plataformas, se ofrecían tratamientos quirúrgicos a precios considerablemente bajos, lo que resultaba atractivo para muchas mujeres que deseaban mejorar su apariencia física.
El modus operandi de la red
Según la información proporcionada por las autoridades, Mosquera Aguirre y Rojas Tobón fueron identificadas como las principales articuladoras de esta red. Utilizaban las redes sociales como su principal herramienta de captación, promocionando un tratamiento conocido como ‘lipólisis láser con transferencia glútea’. Este procedimiento, que prometía resultados rápidos y efectivos, se convirtió en un imán para mujeres que buscaban soluciones estéticas a bajo costo.
“55 mujeres que creyeron en esta práctica fueron sometidas a intervenciones quirúrgicas. Algunas adquirieron una bacteria no tuberculosa que les causó deformidades físicas y limitaciones funcionales permanentes”, indicó la información.
Las consecuencias de estas intervenciones han sido devastadoras para algunas de las víctimas. Se ha documentado que varias de ellas desarrollaron complicaciones graves, incluyendo infecciones que llevaron a deformidades físicas y a limitaciones funcionales permanentes. Estas secuelas resaltan la importancia de realizar procedimientos médicos únicamente en entornos regulados y por profesionales debidamente capacitados.
Roles de las acusadas
Las investigaciones apuntan a que Mosquera Aguirre era la encargada de llevar a cabo las cirugías estéticas, presentándose como médico a pesar de no contar con el título ni con las certificaciones necesarias para ejercer en el área de la salud. Este hecho pone de relieve el peligro que representa la falta de regulación en el sector de la estética y la salud.
Por su parte, Elizabeth Rojas Tobón asumía la responsabilidad de los aspectos comerciales de la operación, captando clientes y gestionando los pagos por los tratamientos, los cuales eran depositados en su cuenta bancaria. Esta división de roles dentro de la red delictiva muestra una organización bien estructurada que operaba con el único objetivo de lucrarse a expensas de la salud y el bienestar de sus víctimas.
Acciones judiciales y medidas cautelares
En el marco de este caso, Rojas Tobón se allanó a los cargos presentados en su contra, mientras que Mosquera Aguirre aceptó los delitos de estafa agravada en modalidad masa y lesiones personales dolosas. Como resultado de estas imputaciones, una juez de control de garantías ha ordenado que ambas mujeres cumplan una medida de aseguramiento en un centro carcelario, emitiendo así una orden de captura en su contra.
Es importante mencionar que, en octubre, por el mismo caso, otras tres personas fueron judicializadas. Estas personas habrían participado directamente en los procedimientos, desempeñando roles como auxiliares de quirófano, administración de medicamentos, anestesia local y masajes posquirúrgicos, lo que demuestra que la red contaba con un equipo que facilitaba la realización de estos procedimientos ilegales.
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