Antiguos miembros del Ejército admiten uso de casa para ejecuciones extrajudiciales en Granada
Exmilitares revelan detalles sobre el uso de una vivienda para llevar a cabo falsos positivos en Antioquia entre 2002 y 2007.
Entre el 4 y el 6 de diciembre, en el municipio de Granada, se llevaron a cabo audiencias que revelaron información inquietante sobre las ejecuciones extrajudiciales en Colombia. Antiguos miembros de la IV Brigada del Ejército Nacional, durante el proceso de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, admitieron haber utilizado una vivienda situada entre Granada y El Santuario como un lugar destinado a la realización de los conocidos como “falsos positivos”. Este término se refiere a las ejecuciones ilegales donde se presentaba a las víctimas como guerrilleros caídos en combate.
En este contexto, un total de 40 exmilitares y dos civiles aceptaron su responsabilidad en al menos 589 asesinatos y desapariciones forzadas ocurridos entre 2002 y 2007. La audiencia se centró en la revelación de la existencia de esta casa, que ha sido señalada como un centro de operaciones para llevar a cabo estos crímenes atroces.
La casa estudio: un lugar de horror
Juan Carlos Quiroz, quien fue segundo comandante del Batallón de Artillería N.º 4 entre 2001 y 2004, proporcionó detalles sobre el funcionamiento de este lugar. En sus declaraciones, Quiroz mencionó:
“Una casa que le pusieron el nombre casa estudio, una casa que estaba situada entre Granada y El Santuario. En esta casa llevaban a aquellas personas que iban a ser asesinadas.”Esta revelación pone de manifiesto la premeditación y la planificación detrás de estas ejecuciones.
La mayoría de las víctimas eran personas del Oriente de Antioquia. Según los testimonios, estas personas eran engañadas y armadas antes de ser asesinadas, un proceso que formaba parte del modus operandi de los falsos positivos. La narrativa de los exmilitares sugiere que había un sistema establecido para llevar a cabo estas acciones, lo que agrava la gravedad de los crímenes.
El proceso de engaño y ejecución
Los relatos sobre el tratamiento que recibían las víctimas en la casa son perturbadores.
“Los llevaban a esa famosa casa, los tenían 4 - 5 días, los peluquiaban, les daban de comer, les cambiaban la ropa y lo más triste, les enseñaban a disparar,”continuó Quiroz, describiendo el proceso de deshumanización y manipulación que sufrían las personas antes de ser ejecutadas. Este tipo de tácticas no solo buscaba engañar a las víctimas, sino también a la sociedad, que posteriormente se enteraba de estas muertes presentadas como resultados de enfrentamientos armados.
La Fiscalía General de la Nación ha abierto una investigación formal en relación con las presuntas ejecuciones extrajudiciales que se habrían llevado a cabo entre 2005 y 2007 en Antioquia. Esta investigación se inició tras la revelación de los hallazgos sobre la vivienda mencionada, que ha sido identificada como un supuesto centro de operaciones para los falsos positivos. La magnitud de estos crímenes ha llevado a la sociedad colombiana a demandar justicia y verdad sobre lo ocurrido durante esos años oscuros.
Implicaciones de las revelaciones
Las confesiones de los exmilitares no solo son un paso hacia la verdad, sino que también abren un debate sobre la responsabilidad del Estado en estos crímenes. La existencia de una estructura que facilitaba estas ejecuciones plantea preguntas sobre la cadena de mando y la cultura institucional dentro del Ejército en ese periodo. A medida que se avanza en la investigación, es crucial que se tomen medidas para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia.
La sociedad colombiana sigue atenta a los avances en este caso, esperando que se esclarezcan los hechos y se haga justicia por las víctimas de estos crímenes. La memoria histórica y el reconocimiento de lo sucedido son vitales para evitar que hechos similares se repitan en el futuro.

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