El Hospital General de Medellín recibe un ecocardiógrafo pediátrico
Este nuevo equipo permitirá aumentar la atención a niños con problemas cardíacos en la región.
Un avance significativo en la atención pediátrica
El Hospital General de Medellín ha dado un paso importante en la atención de la salud infantil al recibir un ecocardiógrafo pediátrico, donado por la fundación Santiago Corazón. Este equipo especializado no solo representa una mejora en la infraestructura del hospital, sino que también se traduce en la posibilidad de atender a diez veces más niños con problemas cardíacos, una necesidad crítica en la comunidad.
Un caso inspirador
Uno de los primeros beneficiarios del nuevo ecocardiógrafo fue Salvador, un bebé que con apenas un mes de vida tuvo el honor de inaugurar este equipo vital. La historia de Salvador está intrínsecamente ligada a la de Emilia, otra bebé que enfrenta problemas cardíacos. La situación de Emilia impulsó a sus padres a involucrarse en causas que beneficien a otros niños en la región, demostrando así cómo una experiencia personal puede motivar a la acción comunitaria.
“Este hospital es el que recibe 27% de los niños que nacen en la ciudad, es fundamental, ahí nació nuestro motor y Emilia, nuestra hija, fue la que nos ayudó a generar esta causa”, aseguró Felipe Valderrama, benefactor de la fundación.
El contexto de las cardiopatías en Colombia
En Colombia, cada año se diagnostican aproximadamente 5.800 niños con cardiopatías congénitas. Sin embargo, solo 2.500 de estos pequeños pueden recibir la atención necesaria debido a la falta de recursos y equipos adecuados. La llegada del ecocardiógrafo pediátrico al Hospital General de Medellín representa una oportunidad para aumentar esa cifra, permitiendo que más niños accedan a diagnósticos y tratamientos oportunos.
Impacto económico y funcional del nuevo equipo
La gerente del Hospital General de Medellín, María del Pilar Duque, destacó la importancia de contar con este equipo propio, que no solo reduce los costos de alquiler, que ascendían a 120 millones anuales, sino que también permite realizar diagnósticos más precisos y oportunos. En el pasado, el hospital dependía de un equipo alquilado, lo que limitaba su disponibilidad y capacidad de atención.
“Esto tenía un costo y representaba un costo en alquiler, porque no era un equipo propio para el hospital. Esto implica que con este equipo podamos hacer un diagnóstico más oportuno, porque en proceso de alquiler no teníamos el equipo tiempo completo”, manifestó María del Pilar Duque.
Un cambio radical en el tratamiento de los menores
Con la incorporación del ecocardiógrafo pediátrico, el hospital podrá atender a más de 2.000 menores al año, en comparación con los 170 tamizajes que se realizaban anteriormente. Este incremento del 1.076% en la capacidad de atención es un avance significativo en la lucha contra las enfermedades cardíacas en la infancia. Cada diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en la vida de un niño, ofreciendo la posibilidad de tratamientos más efectivos y, en muchos casos, salvando vidas.
Compromiso con la salud infantil
El compromiso del Hospital General de Medellín y de la fundación Santiago Corazón refleja una creciente preocupación por la salud de los niños en la región. La llegada de este ecocardiógrafo es un testimonio del esfuerzo conjunto entre organizaciones y familias que buscan mejorar la calidad de vida de los más pequeños. Con este nuevo equipo, se abre un nuevo capítulo en la atención pediátrica en Medellín, donde cada niño tendrá la oportunidad de recibir la atención que merece.

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